En este mundo desertico
tu cuerpo es un oasis
el templo al que peregrinaría una vida entera
solo para ir a morir,
mi perdición y mi descanso.
La arena es calida
y bajo la luna brilla recibiendo mi andar,
mis manos me guian a tu baja noche,
al manantial del cual bebo
para aumentar aun más mi sed de tí.
Sediento, soy el fuego mago
que transforma mi cuerpo árido
y el tuyo verde
en un par de rios de agua y sal
de ahí también bebo
y la calma extasiada la compartimos.
Miro los campos y deseo tu bucólico cuerpo
quiero ahogar tus tierras en tenues caricias
y con mis manos arar tu piel,
quisiera despertar al alba
para esperar el atardecer,
para soñar
y para regar a besos tus pechos de miel.
Por tus caderas, cinco ríos suben y cinco ríos bajan
ojalá de tanto acariciarte, tu piel sangre,
que del arado, lo rojo sea la vida que brota
que navegando huyan todos tus miedos cobardes.
by Qim.
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